El de Venezuela es sin duda un caso muy especial. Desde 1998 hasta la actualizad el país vive un proceso de transformaciones políticas que ha generado una profunda división en la sociedad.
La presidencia de Hugo Chávez se ha convirtió en un elemento creador de una enorme polarización que abarca ya todos los aspectos de la vida nacional. Familias enteras, viejas amistades, partidos históricos, gremios y sindicatos, empresas, centros de trabajo, universidades y hasta miembros de la iglesia entre un largo etcétera, han presenciado como los seguidores de los dos bandos políticos enfrentados (gobierno-chavismo vs. oposición-antichavismo) se atacan, descalifican e insultan, manteniendo siempre sus posiciones y puntos de vista con radical fuerza.
Casi no hay persona en Venezuela que no conozca el drama de presenciar ya sea en su círculo íntimo y personal o en la calle con desconocidos (o incluso dentro las Instituciones del país) de cómo existe y se manifiesta la división, que tiene su origen en la aceptación o el rechazo del proyecto político encabezado por Chávez, llamado “la revolución bolivariana” en sus inicios y ahora “el socialismo del siglo XX (o “socialismo bolivariano”)
La Historia, como ciencia social totalizante e integradora y como disciplina creadora de conciencia humanística no ha escapado a esa división, y ha tenido un indudable peso y papel en todo este proceso, ya que son constantes las alusiones a momentos y fechas, figuras, etapas y personajes del pasado por políticos del presente (empezando con el mismo Chávez) como forma de legitimar y hasta justificar su accionar político y gubernamental.
Pero no han sido los políticos de oficio los únicos en apelar a la Historia, precisamente los mismos historiadores profesionales han tenido como nunca antes en nuestra evolución política una participación en el debate que vive Venezuela. Brillantes historiadores como Manuel Caballero, Elías Pino Iturrieta o Germán Carrera Damas (cada uno con una obra de más de 20 libros publicados) han salido a la palestra política a emitir opiniones sobre lo que ha pasado en Venezuela, concretamente criticando aspectos de la figura de Chávez y la forma como se ha desarrollado el proceso dirigido por él, recibiendo en su empeño no pocas veces descalificaciones (Chávez catalogo a uno de ellos como ¡“analfabeta”!)
No fueron ni han sido los únicos. Tampoco en ese bando. A la par de que famosos historiadores criticaran al gobierno de Chávez, otros respetables profesionales de la Historia (con más de 20 años en la docencia y la divulgación de la Historia) como Arístides Medina Rubio, (a la izquierda, en la foto) Pedro Calzadilla o Vladimir Acosta, (a la derecha) ha salido al paso en defensa no sólo de la presencia del proceso político actual y de la importancia de la figura de Hugo Chávez en nuestra Historia, sino para reivindicar una concepción de la Historia diferente a la que, según ellos, es excluyente y elitista.
Así pues se creó una nueva polarización. La de los historiadores.
Polarización que llegaba paralela a la del país en otros sectores y también a un verdadero “boom” o auge de la lectura histórica, pues desde 1998 Venezuela registra –para felicidad y orgullo nuestro- un crecimiento sostenido de lectores y consumidores de obras que no son precisamente de auto-ayuda novelas o bets Sellers, sino de libros de historia (biografías o eventos)
Indaga al respecto Pino Iturrieta en la revista El Librero (Año 1 Nº 7, febrero de 2007) sobre ese fenómeno del “boom” afirmando que éste se debe a una “necesidad imperiosa” de los venezolanos “porque su existencia no les basta para entender el desafío de su vida, así que se les meten hasta en los tuétanos la necesidad de poner un espejo del retrovisor; se dan cuesta que es imprescindible para conducirse por el presente”.
Efectivamente coincidimos con el académico historiador en este punto, recalando que los hechos han terminado dado la razón a la importancia de la Historia. Y precisamente eso también sirve para explicar que la Historia misma se convierte en un objetivo político de batalla, pues el conocimiento de determinada y única concepción y visión de la Historia puede resultar clave, estratégico y fundamental para los objetivos del presente y del futuro de quién esté en el poder o desee llegar a él. No en vano Orwell recordaba que “quién controle el pasado, dominará el futuro”, pues evidentemente en la afirmación, negación o manipulación del pasado, está la justificación del presente, el cual un político puede aprovechar hábilmente para ganarse un futuro.
Por esta situación y buscando captar más atención y más lectores para la Historia, se ha desarrollado lo que mi parecer es una “batalla” silenciosa entre los bandos políticamente polarizados de historiadores, que se manifiesta con la aparición y existencia de dos revistas dedicadas al tema histórica.
La primera en aparecer es Memorias del Venezuela, del Centro Nacional de la Historia, (en adelante CNH) institución creada por el gobierno de Hugo Chávez para el estudio y la difusión de la historia desde un perspectiva oficial, aunque paradójicamente esta Historia nueva iba a estar en contra de la anterior y siempre conocida como “Historia oficial”, que sería la que imperó antes de que llegara Chávez al poder (1998). Este Centro surgió sin duda por la necesidad de contar, agrupar y movilizar a todos los historiadores partidarios del gobierno de Chávez, la mayoría de la corriente marxista, como forma de contrarrestar lo que se puede considerar la toma –por darle un nombre- de la Academia Nacional de la Historia (en adelante ANH) por los historiadores contrarios al chavismo, pues ya desde 1997 figuraba como académico Pino Iturrieta, Luego en 2005 y 2007 se incorporan respectivamente Manuel Caballero, Inés Quintero y Germán Carrera Damas historiadores todos opositores y críticos a Chávez, siendo el único proclive al gobierno el antropólogo Mario Sanoja Obediente, que vista la configuración política-académica dejo se asistir a la corporación.
Dándole forma a su proyecto de difusión y divulgación de la nueva historia oficial, surge la revista Memorias de Venezuela a todo color en enero del año 2008 y es encartada a partir de ésa fecha cada dos meses en un periódico de circulación nacional que funge como diario oficioso del chavismo. Ella posee un claro mensaje político dentro de las reseñas o estudios que hace, pues aunque no hace proselitismo evidente, si demuestran su preferencia y objetivos, así lo deja sentado uno de sus autores: “Se busca una historia que en lugar de operar como justificación ideológica esté concebida como herramienta para la liberación” (Luis Felipe Pellicer, coordinador de estrategia del CNH, Revista Todos Adentro, Sábado, 14 de junio de 2008) Así pues “liberación” tiene un significado, un contexto y un propósito especifico a la hora de analizar cada tema: Bolívar, Zamora, Simón Rodríguez, el papel de la mujer, las luchas de reivindicación de de negros o indígenas, y los eventos nacionales (independencia o democracia) se ven con una perspectiva crítica apunta un apoyo a todo lo que fuera o pareciera revolucionario y crítica a lo que sea elite. Porque éste es un gobierno que se autocalifica de "revolucionario" y lucha contra las elites, ("la oligarquía") las que estuvieron en el poder político antes y todavia tiene el poder ecónomico
Por su parte, la ANH, así lo veo yo, decidió devolver el golpe creando una revista, El Desafío de la Historia en abril del mismo 2008, que aunque no es “su” revista oficial (pues desde 1912 existe el Boletín de la Academia que es su única publicación periódica oficial) la misma incluye entre sus creadores y editores académicos de la ANH, y sus principales colaboradores son académicos de allí, profesores de la Escuela de Historia de la UCV con marcada tendencia crítica frente al chavismo o académicos de otras corporaciones (Academia de Ciencias Económicas o Academia de Ciencias Políticas)
Bajo el patrocinio y apoyo de una editorial privada, esta revista actúa como órgano "oficioso" de la nueva generación de académicos ya mencionados e incorporados entre 1997-2007 de la ANH y que poniendo un particular énfasis en una innovadora presentación grafica buscan destacar una Historia, también distinta a la llamada “Historia oficial” de antes de Chávez, pero sin intenciones reivindicativas de ningún proyecto político. Por el contrario ésta revista destaca su oposición al chavismo con el permanente silencio a esa historia heroica y épica de excesiva carga militar, que es la que precisamente gustan más los caudillos y apoyan los gobiernos poco democráticos. La revista se centra en temas y áreas poco exploradas por el común de los lectores: la era colonia e indígena y la Venezuela del siglo XX más allá del eterno tópico: la política, es decir se abarca la literatura, el cine, las modas, los inventos y la gastronomía, llevando así al lector a la idea de que la historia del país no se ha limitado a grandes batallas, luchas entre partidos y transacciones económicas, sino que hay también un rico patrimonio más allá del héroe tradicional que vale la pena conocer y apreciar.
¿Cuál es la visión correcta?. ¿Cuál es la mejor Historia?, eso lo tienen que decidir los lectores, mi opinión es sólo eso y nada más: puede ser errónea. Y para ser sincero me agrada la presentación grafica de las dos revistas y creo que ambas son buenas, aparte que aunque me pueda gustar más la concepción política o histórica de una, siempre he creído firmemente que hay que conocer y estudiar bien la opinión y las ideas del contrario. Eso es equilibrio, es ser racional y es la mejor cura contra el sectarismo, la descalificación y el fundamentalismo.
Igualmente siempre parto de la idea que cada hecho, figura o evolución tiene sus dos caras, pues la realidad simple tendrá varias “verdades”, ambas revistas entonces se complementan en la Venezuela polarizada, si más que mostrar la única verdad, son sinceras en manifestarse como la otra visión de los eventos, personajes o procesos que dicen divulgar.
La ultima palabra la tiene los lectores, que con su preferencia se formarán un juicio de Valor, que espero sea equilibrado y ponderado, tal cual como el que sabe que las monedas tienen dos caras, sin la noche no hay día y sin alfa no hay un omega.
Saquen sus propias opiniones y conclusiones históricas
Gracias por leerme
Dantesol
Gracias por leerme
Dantesol
Esta es la dirección web para descargar la revista Memorias de Venezuela: http://www.cenhisto.gob.ve/index.php?option=com_docman&task=cat_view&gid=21&Itemid=44
Y aquí pueden ver la página web de la revista El Desafío de la Historia: http://www.eldesafiodelahistoria.com/
(ambas imágenes corresponden a los últimos números publicados)
Para leer más:
4 comentarios:
te me adelantaste iba a escribir algo sobre esto. Saludos. Postearè algunas cosas de acà.
Pero vuelvo y repito son demasiado largos tus posts, bueno, eres libre, pero aunque me guste leerte cansa la extensiòn, sòlo los incondicionales te leeràn completo. Debes dividirlos en varias entregas, y asì te da para publciar todos los dìas.
Gracias por el consejo (y por leerme nuevamente) Voy a tomar en cuenta la observación. Y eso que ésta fue una entrada "corta" en mis standars, la de la Segunda Guerra Mundial sí fue la larga: más de 10 páginas. Bueno, gracias nuevamente y estamos escribiéndonos.
hola hermano historiador, mi saludo y respeto para usted.
muy interesante su actividad bloggera, espero otras publicaciones suyas.
lo invito a darse un paseo por mi plataforma Web, espero le guste.
aqui le dejo el link
http://memoriasdevenezuela.blogspot.com/
atte: Seijas J
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