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miércoles, 30 de septiembre de 2015

“¿Para qué sirve la historia?” Responden 10 historiadores venezolanos de las nuevas generaciones



"Historia" (1896). Mosaico del pintor estadounidense Frederick Dielman.
 Se encuentra actualmente en la Library of Congress,
Thomas Jefferson Building, Washington, D.C., Estados Unidos de América.


Respuestas tomadas del Blog del buena amigo y colega historiador, el profesor Carlos Balladares Castillo, “Venezuela y su Historia”: http://venezuelaysuhistoria.blogspot.com/ quién entrevistó a todos los historiadores que aquí citaremos en extractos. (Dando "click"sobre cada uno de los nombres se puede acceder a las entrevistas completas)
 
1) “Entre muchas aplicaciones, estimo que debería servir, para no cometer los errores del pasado.”
 José Alberto Olivar
Premio Nacional de Historia Rafael María Baralt, Profesor de la UPEL, UCAB y USB

2) “Pues eso ya lo dijo Robin Collingwood hace años y nadie lo ha dicho mejor hasta ahora, que yo sepa. Así que me robo sus palabras aquí: «“La historia es para el autoconocimiento humano. Conocerse a uno mismo significa, en primer lugar, lo que es ser una persona. En segundo lugar, lo que es ser el tipo de persona que uno es y, en tercer lugar, saber lo que es ser la persona que eres y nadie más. Conocerse a sí mismo implica saber lo que puedes hacer y como nadie sabe lo que puede hacer hasta que lo intenta, la única pista para saber lo que el hombre puede hacer es lo que el hombre ha hecho. El valor de la historia es, pues, que ésta nos enseña lo que el hombre ha hecho y, por ende, lo que el hombre es.»”
María Magdalena Ziegler,
Profesora de Historia Cultural, UNIMET

3) “¡Uy! Pregunta compleja. Pues la Historia nos brinda identidad. Nos ayuda a saber y entender quienes somos porque nos indica de dónde vinimos y cómo llegamos al ahora. Asimismo la Historia es una fuente permanente de conocimientos sobre el Hombre, que a través de su paso por el tiempo, deja obras materiales e inmateriales, pero también innumerables elementos que muestran su propia condición. Es el mejor espejo donde podemos vernos a nosotros mismos. Y ese auto-mirarnos cumple también un propósito pedagógico, de aprendizaje: pues la Historia sirve también para enseñarnos lo que hemos hecho y también lo que no, tanto lo positivo como lo negativo, siendo en la sociedad algo tan útil como es en el individuo la memoria. Un momento feliz y glorioso o un momento terrible, doloroso y triste, se nos graba en la memoria y según lo benéfico o maléfico que fue, buscamos repetirlo o evitar que se repita. Así también sirve la Historia: al estudiarla bien podemos ver hechos, procesos y personajes positivos y negativos, y con lo que aprendemos de ella podremos escoger mejor qué cosas buenas replicar y a quiénes seguir e imitar, y por el contrario, qué cosas no reincidir y a quiénes rechazar. Con esa información de nuestro pasado, desde el presente podemos decidir qué pasos dar hacia el futuro. Por algo hace miles de años el gran filósofo chino, Confucio, afirmó: “Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro” y a mediados del siglo XX, el conocido estadista británico Winston Churchill dijo algo muy similar “Cuanto más hacia atrás se puede ver, más adelante resulta probable poder ver”. ¿Por qué tanto parecido en ambas frases? Me parece obvio, que a pesar de la diferencia de cientos o miles de años entre ambas y a pesar de provenir de distas culturas, en las dos frases se reconoce el valor, la utilidad y la importancia de la Historia de la misma manera como lo dijo el gran historiador venezolano Augusto Mijares: “Si de nuestra historia no sacamos ninguna lección dinámica, no hay por qué suponer que la encontraremos en otra parte.” Todas son verdades incuestionables que se entrelazan perfectamente y siguen hoy como reflexiones vigentes, y creo que lo son aún más para el caso de las actuales circunstancias nacionales o mundiales.”
Daniel Terán Solano,
Profesor de la UCV, UCAB y USB

4) “La historia sirve para mucho. Mantiene viva la memoria de los pueblos, los dota de un sentido de apego e identidad, cohesiona pues a la gente en torno a un legado material e inmaterial. Como ciencia nos permite comprender el pasado, las hechuras de quienes nos precedieron en los distintos ámbitos del quehacer humano. La historia nos trae de "vuelta" las razones de los protagonistas del pasado para actuar como lo hicieron, nos permite ver el desarrollo de los pueblos desde su génesis hasta su pasado más reciente. No es un lugar común decir que la historia es "Mater et Magistra", lo es en tanto nos ayuda a entender de dónde venimos y hacia dónde podemos ir. Creo que fue Marx quien dijo algo así como que los seres humanos hacemos nuestra propia historia, pero influidos por circunstancias del pasado. Eso es cierto, el pasado no determina, pero sí puede condicionar. ¿Seríamos el mismo país sin el petróleo? Nuestro pasado militarista o guerrerista qué tanto nos afecta hoy, esas y otras tantas preguntas pueden ser tratadas por la historia y llegar a ciertas respuestas, que por supuesto siempre pueden ser revisadas.”
Víctor Pineda
Profesor de la UCAB

5) “La historia puede servir para mucho y a la vez puede ser una completa inutilidad. Todo depende de los usos y abusos que hagamos de la historia como historiadores. El futuro de la historia en Venezuela está en mano de las universidades del país y sus escuelas formadoras de historiadores y científicos sociales. Ahora bien, esas universidades deben ser autónomas, libres y democráticas para poder ejercer el pensamiento crítico y plural.”
Ángel Rafael Lombardi Boscán
Premio Nacional de Historia “Francisco González Guinán”,Profesor de LUZ, Universidad Católica Cecilio Acosta, y Universidad Rafael Belloso Chacín, Maracaibo, Estado Zulia.

6) “Para evitar los olvidos y las tergiversaciones de los acontecimientos que nos definen como individuos y como sociedad. Además de hacer permanecer en la memoria histórica la acción de aquellos que ya no están presentes y cuya única voz es la curiosidad de un(a) Historiador(a)”
Lorena Puerta
Premio de Nacional Historia Rafael María Baralt, Profesora de la UCV y la UCAB.

7) “La historia es la conciencia dormida y despierta de las naciones. No podría decir que crematísticamente tenga futuro el estudio de la historia en Venezuela, pero la única certeza de los pueblos-naciones es la memoria construida por sus intelectuales, es como una suerte de carta aval de cara al mundo. No seríamos la misma Venezuela del siglo XX sin la conciencia intelectual de hombres como Arturo Úslar, Mario Briceño-Iragorry, Mariano Picón Salas, Caracciolo Parra Pérez, Mariano Picón Salas, Augusto Mijares, Guillermo Morón y, gracias a Dios, una larga ringlera de grandes venezolanos que salvo por razones de tiempo y espacio; grandes venezolanos que contribuyeron a la construcción espiritual de este país.”
Alejandro Cardozo Uzcátegui
Profesor de la Universidad Simón Bolívar.

8) “Sin conciencia histórica la conciencia política es frágil y vulnerable. La conciencia histórica es fundamental para comprender el presente y para actuar en él, para darle forma al futuro. La comprensión de las rupturas y continuidades en el desarrollo de nuestra sociedad es vital para salir de la crisis presente y para construir la Venezuela republicana y democrática que tenemos dos siglos desarrollando. Hoy en día muchos sociólogos y comunicólogos insisten en que el cambio científico y tecnológico es tan drástico en los últimos años que genera una ruptura tan profunda que inutiliza a la historia, al disolver los tradicionales patrones de continuidad. Disiento de esta perspectiva, estoy seguro de que la comprensión de nuestra humanidad, la conciencia emergente de que compartimos un destino común, está vinculada con la necesidad de comprender nuestro pasado. La búsqueda de una conciencia histórica, como humanidad, será vital para enfrentar los retos civilizatorios del mundo actual y para darle forma al mundo futuro. Esa sed de comprensión de nuestra historicidad nos exigirá respuestas a los historiadores, de todo el mundo, para mostrar el tejido de nuestras conexiones, de nuestras interacciones humanas a lo largo del tiempo, más allá de las fronteras nacionales, pero comprendiendo a la humanidad en su diversidad, en sus particularidades y devenires. En la medida en que exista esa necesidad el oficio del historiador estará salvado, no sin obstáculos, pero pervivirá.”
Ysrrael Camero
Profesor de la UCV, UCAB y UNIMET.

9) “La Historia sirve para generar conciencia. Entender el presente y no ser manipulados. Como herramienta en la lucha política. La Historia no puede ser solamente para los egresados universitarios, para los investigador de nuestro pasado, si no se difunde a la mayoría de la población, el pueblo en general, seguirá encerrada y será solo tema de discusión para un grupo muy pequeño de personas. Por supuesto, el estudio de la Historia en Venezuela tiene mucho presente y me imagino que un futuro.”
Hancer González
Investigador asociado del Centro Nacional de Historia.

10) “La historia sirve para hacer preguntas, incómodas la mayoría de las veces. La historia sirve para desafiar la soberbia humana, la fe ciega en el progreso como decía Walter Benjamin, y por sobre todas las cosas, para sospechar y entender que cada nueva generación rehace su versión sobre el pasado. La Historia es un combate perenne, tal como señaló Lucien Febvre. Yo creo que mientras haya personas apasionadas por su pasado, pese a todas las complicaciones, habrá futuro en el estudio de la Historia.”
Neller Ochoa
Coordinador de Investigaciones en el Centro Nacional de Historia y el Archivo General de la Nación

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¡¡¡Gracias por leerme!!! (O más bien, a todos ellos)

Dantesol

lunes, 7 de septiembre de 2015

Entrevistado por el "Correo del Orinoco" con motivo del bicentenario de La Carta de Jamaica




El diario gubernamental El Correo del Orinoco tuvo a bien entrevistarme para escuchar mi opinión profesional como historiador y docente universitario ante el bicentenario de la famosa "Carta de Jamaica", escrita en Kingston por el Libertador Simón Bolívar, un 6 de septiembre de 1815 y que fue analizada en una sección especial del diario en su edición impresa de éste domingo.


"Bolívar y la Carta de Jamaica" por el ilustrador
Antonio Bosch Penalva (1956)


Me entrevistó el periodista Héctor Escalante, a quien agradezco muchísimo la oportunidad para expresar libremente mis puntos de vista y haber sido reflejados fielmente en dicho medio de comunicación impreso.

Foto: Héctor Lozano


Al especial con motivo del Bicentenario de la famosa carta de Bolívar, también fueron invitados a opinar otros colegas historiadores como Inés Quintero, directora de la Academia Nacional de la Historia, y Pedro Calzadilla, presidente y miembro del oficialista Centro Nacional de la Historia



He aquí el texto de la parte que corresponde a mi entrevista, ubicada entre las páginas 13 y 14 de la versión impresa, y cuya versión en línea puede verse acá:

INTERPRETACIONES LIMITADAS

Foto: María Isabel Batista
El análisis que realiza Daniel Terán, historiador y profesor universitario, también dista de la hipótesis que le adjudica vigencia a la Carta de Jamaica en los actuales momentos. Refuta que esas interpretaciones resultan limitadas en el presente, “porque todo personaje histórico vive determinado en un cuadrilátero, por llamarlo de alguna manera, que es su propio tiempo, y llega un momento en el que sus pensamientos no nos pueden dar respuestas”.

Sostiene que, aunque estos puedan hablar de grandes verdades universales, “salvo los temas religiosos, que son atemporales, los temas políticos, económicos, e incluso filosóficos, tienen una determinada realidad enmarcada en su tiempo”. Asegura que, como en todos los documentos bolivarianos, este tiene un problema con la interpretación. Incluso, señala que “la gente a veces no sabe distinguir, entre sus documentos, lo que son las cartas, las proclamas y discursos, y los decretos”.

Se cree que Bolívar hacía todo igual, y no es así. De acuerdo con el catedrático, “muchos de los grandes pensamientos que tenemos de Bolívar pertenecen a cartas privadas en las que él confesaba algo con plena libertad a una persona, pero que posiblemente nunca se hubiese atrevido a decirlo públicamente”. Esta situación, según el analista, ha generado confusión en muchas personas. Sin embargo, destaca que cuando este muere, “una de las solicitudes que deja en su testamento es que quemen sus cartas, porque en ellas él hablaba con mucha libertad”.

MANEJO POLÍTICO

A pesar de que en aquella época no había radio, televisión, ni internet, como ahora, exalta el historiador, Bolívar pudo informarse bien de la realidad americana, y acertó en algunos de sus planteamientos: “Decir que Venezuela y la Nueva Granada estaban destinadas a unirse en una sola República no es una profecía, porque él trabajo para que eso se hiciera”. Pero cuando muere y sus restos regresan a Venezuela en el año 1842, “a la par de su leyenda y su buena y merecida fama, comienza también un manejo de sus textos” por parte de distintos gobernantes, lo cual permite que esta carta sea vista como un elemento profético.

“El primero fue Antonio Guzmán Blanco, porque él es quien inicia el culto bolivariano cuando establece las plazas Bolívar y se le coloca como nuestro héroe nacional. Luego van a haber otros gobernantes, como Juan Vicente Gómez, posteriormente el general López Contreras, quien intentó autodenominarse como bolivariano, de hecho, existió en su gobierno un partido político llamado Sociedades Cívicas Bolivarianas”, detalló.

Después, prosiguió, la Junta Revolucionaria de Gobierno que derrocó a Isaías Medina Angarita, así como la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez, hicieron lo propio. Durante ambos periodos, acotó, “exaltaron la Carta de Jamaica, porque trataban de utilizar eso como un antecedente del panamericanismo, e intentaron vincular párrafos y partes concretas y determinadas, con ciertas realidades, como tratando de hacer entender que Bolívar veía el futuro y preveía que iba a pasar tal o cual cosa”.

Con base en los propios comentarios de Bolívar, asegura que él ya había advertido sobre la posibilidad de que se tergiversaran sus ideas. “En el año 29, en una carta que le escribió a Antonio Leocadio Guzmán Blanco, le decía él que no podía evitar que sus palabras fueran manipuladas y tomadas por personas que seguramente las iban a utilizar para hacer demagogia”, mencionó.

FUERA DE CONTEXTO

Terán afirma que hay muchas frases, documentos y trabajos pertenecientes al Libertador que han sido malinterpretados. “Desde aquella famosa frase de él que decía, si la naturaleza se opone contra nosotros lucharemos para que nos obedezca, pasando por el juramento de Monte Sacro, hasta la carta donde dice que los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a sembrar la América de miseria en nombre de la libertad, han sido manipuladas”.

Al respecto, comenta que “esas frases, que pertenecen a contextos distintos, no son proclamas, ni forman parte de sus discursos, solo que siempre se les ha sacado con pinzas de su contexto para utilizarlas como eslogan publicitario”. Incluso, recordó que en una época se decía que Bolívar era el padre del conservacionismo venezolano, “pero eso era una mentira porque él no tenía esa conciencia ecologista”.

Insiste en que, siendo Bolívar un personaje tan importante que nos pertenece a todas y todos los venezolanos, es un deber y un homenaje al Libertador analizar sus palabras en un contexto correcto. “Él no puede darnos respuestas ante realidades como el neoliberalismo, la globalización, el cambio climático, los problemas de inmigración, porque él no vivió eso”, puntualizó.

Aquí se puede leer y también descargar la versión en PDF del Correo del Orinoco

Agradezco mucho la oportunidad de haber podido ser reseñado con mi voz y espíritu crítico en un medio oficial del Estado venezolano y que mis puntos de vista profesionales hayan sido plasmados fehaciente mente en el mismo. Esperemos que esta tendencia continúe y se repita más frecuentemente en la red de medios vinculados al sector público. 

¡¡¡Muchas gracias por leerme!!!

Dantesol