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miércoles, 22 de diciembre de 2021

300 años de la Universidad Central de Venezuela

 


La Universidad Central de Venezuela (UCV) cumple hoy 300 años de fundada, primero como Universidad Real y Pontifica de Caracas y luego, a partir de 1827, como Central de Venezuela. A través de estas líneas rindo tributo personal a una institución fundamental en la vida venezolana, y en la que personalmente, como tanto ucevistas, tengo gratos momentos y experiencias. 

En la UCV me formé: ingresé a ella en 1996 a estudiar Historia, y puedo decir que más nunca me fui. Me gradué de Licenciado en Historia 2008 y en 2018 obtuve mi Doctorado en Historia, y desde 2013 estudié la carrera de Educación. En 2013 también entré como profesor en la Escuela de Economía en abril y en noviembre en la Escuela de Historia, en la que sigo siendo docente de manera ininterrumpida. 

Estas líneas forman parte de un trabajo periodístico que me solicitó una ex alumna de la UCAB sobre el tricentenario de la UCV y que en parte fue publicado aquí. Ahora comparto la versión extensa en homenaje a mi Alma Máter. Espero que les guste y les resulte de interés. 

¿Qué significa la UCV para la historia del país?

Muchas cosas y muy importantes. La UCV es la institución más antigua de nuestro país, después de la Iglesia católica, y ya eso le da una enorme importancia para nuestra Historia. Fundada en 1721, es más antigua incluso que nuestra República, que se proclamó independiente en 1811, o sea, 90 años después de haber sido creada la Universidad de Caracas, la base de la actual UCV.

La Universidad de Caracas fue la primera institución “pan-venezolana”, es decir la primera institución que sirvió como base de unidad para lo que luego será cultural, política y administrativamente Venezuela. En efecto, la existir una universidad en la ciudad de Caracas, los futuros venezolanos de distintas partes de estos territorios (de Valencia, Barcelona. Barinas o Maracaibo, por ejemplo) no tendría que ir a las lejanas universidades de Bogotá o Santo Domingo para titularse de bachilleres, licenciados, maestros o doctores. La tendencia unificadora iniciada por la Universidad de Caracas, permitirá que a lo largo del siglo XVIII se fortaleciera la conformación de una centralización que luego le daría vida a instituciones que confirmaron la unidad territorial de la nación venezolana: la Real Intendencia de Hacienda y Ejército en 1776; luego en 1777 se crea la Capitanía General de Venezuela; en 1786 la Real Audiencia de Caracas; en 1793 el Real Consulado, y finalmente, en 1803 se establece el arzobispado de Caracas como principal diócesis de la Iglesia católica en Venezuela, y ése primer obispo sería nada más y nada menos que un ex rector de la Universidad de Caracas, Francisco Ibarra. Las bases territoriales, administrativas y jurídicas de lo que luego sería nuestro país quedaron finalmente establecidas.

Luego, iniciada el proceso por la independencia, es importante destacar que de los de los 41 firmantes de nuestra acta de Independencia en 1811, 27 fueron universitarios, y de estos 19 eran de la Universidad de Caracas. De la misma universidad salieron estudiantes que como voluntarios pelearon en las Batallas de Vigirima (1813) y La Victoria (1814) sacrificándose valientemente por la causa de la libertad venezolana, razón por la cual, en recuerdo a ese esfuerzo desde 1945 se conmemora “El día de la Juventud” el 12 de febrero, día de la mencionada batalla en La Victoria.

Hombres notables no sólo para Venezuela sino para Latinoamérica pasaron por las aulas de la Universidad de Caracas: Don Andrés Bello que egresó de ella y el precursor Francisco de Miranda que inició sus estudios allí. Ellos representan junto con el Libertador Simón Bolívar a dos de los más grandes venezolanos universales.

El mismo Bolívar que no estudió en ella se propuso modernizarla en 1827 y a él se debe el nombre de “Universidad Central de Venezuela” para la antigua Universidad de Caracas. En tal sentido él declararía "Yo estoy dispuesto a emplear todo el poder que me está confiado para hacer que este cuerpo (la Universidad Central de Venezuela) ocupe un lugar distinguido entre las universidades del mundo culto" Y cumplió su palabra.

La UCV también se convirtió en núcleo de resistencia contra las tiranías, caudillismos y dictaduras tanto del siglo XIX y XX, y jornadas como “La delpinada” contra Guzmán Blanco, la “sacrada” contra Cipriano Casto, y el desafío de la “Generación del 28” contra Juan Vicente Gómez, hablan de una larga historia de lucha y resistencia contra las tiranías en nuestra Historia. Espíritu de lucha que se mantuvo tanto contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez el 21 de noviembre de 1957 (día que luego se convirtió en el del Estudiante universitario) así como con los gobiernos democrático representativos entre 1958 y 1998.

Y más recientemente, del movimiento estudiantil de la UCV salió en 2007 parte del espíritu de resistencia ciudadana opositora que le propinó a Hugo Chávez su primera gran derrota electoral, al hacer fracasar el proyecto de la Reforma (in)constitucional.

Personajes ilustres de nuestra Historia como José María Vargas, Luis Razetti, José Gregorio Hernández, Andrés Eloy Blanco, Arturo Uslar Pietri, Jacinto Convit, o figuras populares como Irene Sáez, entre otros, han salido de sus aulas. Y también varios gobernantes de Venezuela: José María Vargas, Andrés Narvarte, Antonio Guzmán Blanco, José Gil Fortoul, Germán Suárez Flamerich, Edgard Sanabria, Raúl Leoni, Rafael Caldera, Jaime Lusinchi y Ramón J. Velásquez.

De igual manera es importante destacar que la primera médico titulada en Venezuela (Lía Imber, 1936), la primera abogada (Luisa Amelia Pérez, 1942), la primera ingeniera (Carmen Josefina Iturbe, 1944), la primera periodistas (María Teresa Castillo, 1949), la primera arquitecto (Alicia Álamo, 1951) egresaron todas de la UCV.

La Ciudad Universitaria, construida entre 1944 y 1954 bajo la dirección del ilustre arquitecto Carlos Raúl Villanueva constituyó una magnífica muestra de modernidad que ha sido catalogada de “síntesis de las artes”, razón que permitió que en el año 2000 fuera declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

De la UCV también ha salido un vasto aporte científico y cultural de gran importancia para el país desde muchos de sus centros de investigaciones y de extensión, tales como: la vacuna contra la lepra y la leishmaniasis; la tinta indeleble que se usó durante muchísimas elecciones dentro y fuera en el país; la raza de ganado Carora; la digitalización junto con la Academia de la Historia del Archivo de El Libertador y Francisco de Miranda; las ediciones de la Biblioteca Central que han publicado cientos de títulos de las más diversas áreas de conocimiento; Y el Orfeón Universitario, (patrimonio artístico de la nación desde 1983) destacan como algunos de los legados que han dejado y dejan huella en Venezuela.

Todo eso nos habla de la enorme importancia histórica que ha tenido la UCV para el país.

 ¿Reconoce la sociedad el aporte que la UCV le ha dado a Venezuela?

En buena medida sí, pero debido a la grave crisis en la que ha estado envuelta la sociedad venezolana producto de la acción devastadora del régimen chavista, da la impresión que no se conoce ni se reconocen los aportes de la UCV a nuestro país. Evidentemente cuando las crisis hacen que las personas se concentren en su sobrevivencia, se distraen en recordar cuestiones que también son importantes, por eso la lucha contra el olvido y la desmemoria es algo constante y permanente, y aquí estamos para evitar que el legado ucevista se desvanezca o se desdibuje de la memoria histórica de los venezolanos.

Pero baste recordar que casi 250 mil profesionales de diversas áreas han egresado de nuestra Universidad, y ellos han sido los abogados, médicos, ingenieros y educadores, que han conducido la vida nacional en los últimos 85 años. Cada uno de esos egresados tiene familia: padres, hijos, hermanos, sobrinos, primos, tíos o esposos que conocen y dan cuenta del impacto que ha generado la UCV en la vida de todo venezolano que entra a sus aulas y egresa de su mágica Aula Magna.

Muchos de los venezolanos que hoy están en la diáspora alrededor del mundo, son ucevistas y ellos dan testimonio de lo que le ha dado la UCV a Venezuela. Y cuando vemos la buena fama y calidad que tienen nuestros profesionales en el mundo, sabemos que nuestra tricentenaria universidad aportó y aporta muchísimo a nuestro país, aunque pasemos ahora por uno de los peores momentos de nuestra Historia.

La excelencia profesional tiene un sello histórico que viene de la UCV, eso sin menoscabar, disminuir o negar la indiscutible calidad de otras grandes universidades venezolanas (públicas y privadas) como la USB, la ULA o UCAB, que siempre acompañan a la UCV en el ranking mundial de universidades como las principales y mejores de nuestro país.

En estos 300 años, ¿cuáles han sido los momentos de mayor dificultad o peligro para la universidad?

Sin duda alguna fue bajo el gomecismo, cuando la Universidad fue cerrada una década completa (entre 1912 y 1922), siendo el más extenso cierre de su Historia. Y también bajo el chavismo, que, aunque no ha hecho una intervención armada clásica con militares y tanquetas en el recinto universitario (como fue la de 1969) sí ha asfixiado a la UCV, primero, quitándole recursos y dándole un presupuesto miserable, que le ha hecho perder estudiantes y profesores, y segundo: al intervenirla judicialmente con el TSJ ilegitimo, que le ha negado el derecho de renovar sus autoridades en elecciones internas tal como estipula el artículo 109 de la Constitución aún vigente.

Podríamos decir que, a lo largo de su Historia la UCV ha pasado centenarios muy difíciles: en 1821 se sufrieron los efectos de la guerra de independencia que ya llevaba más de 10 años en el país y había cobrado la vida de numerosos universitarios, así como arruinado todas las fuentes de ingresos que tenía la Universidad. En 1921 estaba cerrada bajo la dictadura gomecista, que aprovechó los problemas internos que atravesaba la Casa de estudios en 1912 para cerrarla hasta 1922. Y en este 2021 la encontramos intervenida de hecho por la dictadura chavista, tanto en lo judicial como en lo presupuestaria, a lo que hay que agregar una nueva disfrazada de “mejoramiento de la planta física” con “protectora” incluida.

¿La UCV de 2021 logrará sobrevivir como ha ocurrido por 300 años?

Sí, sin duda. Como dijo nuestro primer rector republicano, el Dr. José María Vargas: “El mundo es del hombre justo, del hombre de bien, el que siempre ha vivido y vivirá feliz sobre la tierra y seguro sobre su conciencia”, por lo tanto, los ucevistas de bien prevalecerán a toda la adversidad presente y podrán logran imponerse la justicia sobre la barbarie roja que hoy parece triunfante. La Historia de nuestra universidad es una larga historia de resistencia y sobrevivencia a la adversidad creada por el poder, que siempre ha buscado controlarla y dominarla, y aunque a veces parece que lo consigue, siempre salta un rebelde espíritu ucevista a decirle al país “¡presente!”, y que, en medio del silencio, la desolación y la sombra, los activos y egresados de la UCV siempre darán un paso al frente para alzar su voz, brindar esperanza y elevar la luz.

¡¡¡Gracias por leerme!!!

Dantesol

jueves, 16 de diciembre de 2021

Entrevistado por los 300 años de la UCV

La Agencia Francesa de Prensa, AFP, tuvo a bien hacer un reportaje sobre los 300 años de la UCV y para ello decidió entrevistar a un grupo de profesores, estudiantesy autoridades de la Universidad, entre los cuales estoy yo. 

El resultado del trabajo se sintetizó en una serie de trabajos periodísticos que se publicaron entre otros, por El Nacional de Caracas, El Clarín de Buenos Aires, El País de Uruguay, Radio Francia Internacional y France24.

El vídeo de dicho reportaje está aquí:



Muchas gracias a Esteban Rojas y su equipo de fotógrafos y camrógrafos por haberme incluido en tan buen trabajo. 

¡¡¡Gracias por leerme (y verme)!!!

Dantesol 

viernes, 22 de octubre de 2021

"Rómulo Resiste" de Carlos Oteyza: mi reseña

 



Bien, acabo de ver este documental. Y sólo hay una palabra para describir mi opinión al respecto: ¡EXCELENTE! Porque es una obra que hace justicia a un período que se ha ido olvidando por la acción conjunta de la desmemoria de una Democracia que no supo exaltar bien sus logros y el relato de una “leyenda negra” de una izquierda extremista que logró imponer en el imaginario colectivo su versión de los hechos cuando recordamos los años 60 del siglo XX.

Foto tomada en la sala de cine por mi

Sobre esta desmemoria tan nociva es representativo el hecho que la vi en una sala de cine vacía. Sólo me acompaño mi amigo y también profesor de Historia, Alfredo Jurado. Es un recordatorio bien simbólico del papel que nos toca a los educadores en Ciencias Sociales en estos tiempos: hay que luchar contra el olvido, sobre todo el que es promovido desde el poder de turno. La enseñanza y la divulgación son ahora deberes ineludibles para construir ciudadanía y restaurar la Democracia en este país. 

El filme tiene un toque de nostalgia por el punto de vista personal que ofrece el director, narrando cosas de su infancia en esos años, intercalándolo con la evolución del quinquenio de Betancourt, mostrando país que éramos y esbozando el que pudimos ser de haber continuado por la senda de una Democracia más ordenada. Sin embargo, para nada este es un filme apologético de Betancourt y su gobierno. La batería de especialistas y testigos que intervienen (que creo es la mayor que se ha visto en un documental de este estilo) da un balance bien plural y equilibrado, que permite una buena comprensión crítica del tiempo histórico descrito. 

Como se sabe, jamás he sido admirador y defensor de Betancourt, y mucho menos formo parte dela iglesia de “los adoradores de Rómulo” que parece resurgir tiempo en tiempo en mi oficio. Así, la ocasión es buena para recordar (una vez más) que El Betancourt del 45 al 48 no tiene (casi) nada rescatable y defendible. Lo siento, pero como historiador lo veo así. Pero el de 1959-1964, sí. En primer lugar, porque tuvo el valor y la inteligencia de enmendar los errores de 1945 y, en segundo lugar, porque defendió la naciente democracia de los serios peligros que enfrentó. Como el Betancourt de 1928, el de los años 60 tiene todos mis respetos y como ciudadano e historiador le hago justicia en toda ocasión que puedo. Porque la democracia venezolana no fue obra de los adecos, tampoco de los copeyanos, fue una obra colectiva, y por eso es que logró durar tantos años. Haber defendido eso para todos los venezolanos es un mérito que reconozco, valoro y agradezco. 

Así se lo dije a su hija, Virginia Betancourt en 2013, en una ocasión que tuve el gusto de conocerla personalmente en la Academia Nacional de la Historia: “yo soy un adversario bien crítico de su papá y defensor del presidente Medina Angarita, sin embargo, considero que es un buen trabajo el divulgar la memoria de su padre, especialmente para que siempre se recuerde que en los años 60 defendió la Democracia venezolana”. 

Con Virginia Betancourt en 2013

Recomiendo completamente la película e invito a verla prontamente. Aquí el trailer: 


 

 Le doy un “10 de 10”.

¡Gracias por leerme!

Dantesol

martes, 19 de octubre de 2021

Los pendones de la intervención...

 Se ven estos pendones por la Universidad Central. Éste se encuentra en la Facultad de Humanidades. Parece que ya se está aceptando "lo inevitable": el fin de la autonomía y el inicio de la intervención chavista disfrazada de "recuperación". Que triste. Y justo cuando la UCV conmemora 300 años de fundada.

¡Gracias por leerme! 

Dantesol

viernes, 17 de septiembre de 2021

Réquiem por las universidades autónomas


En 2015, año de elecciones parlamentarias estaba yo muy preocupado.

Temía seriamente que se produjera una inminente intervención de las universidades públicas. Ya la Asamblea Nacional de Diosdado Cabello de ese entonces había votado un acuerdo parlamentario donde le pedían al TSJ chavista que hiciera una interpretación de artículo 109 de la Constitución para "auditarlas", todo con claras miras intervencionistas, pues en ése año hubo un paro general de universidades por el eterno problema de los salarios y el presupuesto, y al chavismo le molestaba eso, pues podía perjudicarlos electoralmente y “calentar la calle”. Hasta un lamentable candidato a diputado del chavismo llegó a pedir abiertamente la intervención.

Afortunadamente, la intervención chavista no llegó, por ahora…

El 6 de diciembre de ese año cuando se produjo la holgada victoria opositora, me alegría fue total y mi alivio completo. “Se salvó el país, se salvaron nuestras universidades”, fue lo primero que escribí en Twitter apenas el CNE entregó los resultados preliminares. Con semejante victoria y que se traducía en mayoría absoluta de la oposición democrática, se renovó la esperanza de una solución y una salida a la crisis venezolana.

Pero no fue así. El liderazgo opositor demostró ser mediocre y timorato. No supo o no quiso hacer su trabajo: se dejaron robar el referéndum revocatorio, no designaron las autoridades para un nuevo CNE, no organizaron una resistencia firme ante los atropellos que recibían del poder Ejecutivo que llegó a usar turbas y hasta la misma Guardia Nacional para agredir a los parlamentarios, y cuando finalmente se desataron las multitudinarias protestas populares en defensa de la legalidad y de la misma Asamblea, fueron incapaces de conducir medianamente bien la insurrección ciudadana que clamaba el fin de una dictadura. Ni siquiera cuando la comunidad internacional condenó a la dictadura de Maduro, fueron capaces de pedir ayuda abiertamente para finalizar esta crisis. El sólo recordar que un sujeto tan gris e inútil como Omar Barboza fue presidente de la Asamblea Nacional (¿Alguien se acuerda de él?) y que su contribución a las luchas por la democracia fue absolutamente nula, es una muestra palpable que la oposición que elegimos en 2015 no dio la talla.

Ahora estamos en 2021, año electoral. Ya no se elige parlamento, sino alcaldes y gobernadores. Y la intervención chavista hacia las universidades públicas avanza más rápidamente. Ahora que la oposición, la misma que tenía el deber de confrontar y vencer al chavismo entre 2016 y 2020, no hizo bien su trabajo, no hay nadie que pueda estructurar un trabajo de resistencia ciudadana ante la barbarie roja. Ahora está dividida y atomizada. Y todo el país, aunque rechaza mayoritariamente al chavismo (hay encuestas que hablan de 87% de rechazo a Maduro y al PSUV) no tiene forma de convertir eso en algo útil que genere un cambio, ni a través del voto, ni mucho menos en la protesta, porque o no tiene por quién votar o no confía en nadie de los que lo puedan guiar: véase el caso del municipio Libertador, donde se impuso a un candidato externo y desarraigado de las comunidades (Guanipa) por encima de otro (Patiño) que tenía más años trabajando en los barrios y podía ser un genuino interprete de las nuevas caras que necesita la oposición en este país.

Bien, durante el lapso de una a otra elección, no han hecho sino agravarse los problemas de las universidades nacionales autónomas, que, con unos presupuestos reducidos a su mínimo histórico, mueren de mengua, carcomidas por dentro: la UDO desvalijada por la delincuencia y con su biblioteca quemada o la UCV con derrumbes de sus pasarelas techadas, son ejemplos visibles de la destrucción que ha sufrido la educación superior en el país.

Pero más grave que el daño físico, es el daño institucional.

Nuestras universidades públicas arrastran décadas de fallas y prácticas negativas que han sido responsables también de su propio estancamiento. Corrupción, compra-venta de cargos y cupos, amiguismo, tráfico de influencias, parcelas de poder, burocratismo ineficiente, abuso de autoridad y otras tantas falencias que no hicieron más que agravarse cuando el TSJ chavista decidió intervenir judicialmente las universidades en 2011 y negarles la posibilidad de elecciones internas, violando abiertamente lo que dice el artículo 109 de la constitución.

Y así como el chavismo usó la corrupción para cooptar a las Fuerzas Armadas y otros entes públicos como PDVSA o CANTV, el truco con las universidades públicas fue dejar en el puesto largamente a unas autoridades rectorales o decanales que tarde o temprano se aprovecharon de eso para terminar haciendo irregularidades. La famosa frase se Bolívar se volvía realidad: “Nada es tan peligroso como dejar mucho tiempo a alguien en el poder…”

En la UCV, por ejemplo, la opacidad y la falta de transparencia que ya existía de tiempo atrás, se vio agravada con la existencia de las “autoridades eternas” que finalmente se aprovecharan lo más posible de esa circunstancia y hacer lo que les diera la gana, como se atestigua con la gestión de la actual rectora. Y aunque públicamente muchas personas (incluido quien escribe estas líneas, tal y como se puede ver en el vídeo adjunto) le exigieron a ella que convocara elecciones para la renovación de las autoridades, estas peticiones cayeron en oídos sordos.

Durante mucho tiempo defendí a la ciudadana rectora sobre la acusación de su falta de transparencia, pues ése era el argumento favorito de los chavistas para atacarla (como si sus jerarcas jamás hubiesen cometido actos de corrupción) pero sucede que el anterior Vicerrector administrativo cuando renunció destacó precisamente que ése era el problema con la rectora: creó una oficina de licitaciones directamente dependiente de su oficina, pasando por encima del vicerrectorado administrativo. De igual manera la asociación de profesores de la UCV, la APUCV reclama sobre el uso arbitrario de parte del Fondo de Jubilaciones que está en divisas, así como la compra con sobreprecio de edificios para la Universidad.

Y por si fuera poco, cuando los miembros del movimiento estudiantil fueron a reclamarle por su falta de respuesta ante la petición de clases durante la pandemia, les lanzó a los vigilantes de la universidad, como si fueran sus guardaespaldas. Una lamentable conducta que dista mucho de la del fallecido rector Enrique Planchart de la USB, quien, si bien se mantuvo en su “cargo eterno”, sí hizo un manejo pulcro y sin ningún tipo de escándalos o controversias como autoridad universitaria. Por el contrario, tuvo una gestión pulcra y transparente que nadie puede cuestionar y no quiso jubilarse ni renunciar a su puesto para evitar que el chavismo se aprovechara de eso para meter su mano en la Simón Bolívar, y así, prácticamente entregó su vida, sirviendo a su Universidad hasta el último día de su existencia.


Hoy día, lamentablemente, abundan más las autoridades estilo rectora de la UCV que las estilo rector de la USB. Y ya eso dice mucho de la decadencia de nuestras universidades.

Ya no estoy si quiera preocupado, estoy serenamente resignado, para mí es un hecho que las Universidades públicas van a caer finalmente en manos del chavismo: haber dejado en sus cargos a las autoridades rectorales y no permitirles elecciones internas fue la estrategia perfecta para evitar que las universidades se renovaran y pudieran seguir combativas. Sólo era cuestión de tiempo para que el chavismo actuara.

Y el tiempo trascurrió.

Hoy, la dictadura chavista nombro a las “nuevas autoridades” de la Universidad Simón Bolívar, siendo el nuevo equipo rectoral conformado por puros profesores chavistas, quienes cuales carroñeros y esquiroles, se prestan para apuñalar ya no por la espalda, sino por todo el pecho a su Alma mater, mostrándose así indignos de llamarse “profesores” y mucho menos “universitarios”. Esos son enemigos del conocimiento y la academia, de las libertades y el progreso, y merecen el repudio eterno de toda la comunidad universitaria de Venezuela.

Esta es la primera universidad pública autónoma que cae en manos de la barbarie chavista. ¿Cuál sigue?

Posiblemente la UCV, a juzgar por el comportamiento de sus autoridades rectorales.

El Secretario de la UCV (y Vicerrector administrativo encargado) quien sonriente recibió a la vicepresidenta de la dictadura en el Jardín botánico y ya antes había aceptado con solemnidad unas limosnas en forma de tabletas Canaima, aceptó también un “protector” para la Ciudad Universitaria, pese a que en algún momento de 2019 él como autoridad, junto con la ciudadana rectora desconocieron al régimen chavista de Maduro y proclamaron su adhesión al gobierno encargado de Juan Guaidó y la legítima la Asamblea Nacional. Lo mismo dirían sobre aceptar el "Sistema Patria" para gestionar el pago de los sueldos y salarios del personal universitario: abiertamente lo rechazaron y dijeron que se negarían a aceptar esa imposición... y al final terminaron admitiendo el atropello. Triste es no tener palabra ni tampoco dignidad.

Pues bien, la UCV ha bajado la cabeza, y quizás espera con eso clemencia de sus verdugos rojos, para que así no corra una suerte similar a la USB. Vana esperanza. En cualquier momento caerá sobre su cabeza el mandarriazo vil de la barbarie chavista, tal como han hecho con Venezuela en más de dos décadas.


Parece pues que este va ser el triste destino de las universidades autónomas del país. Lloremos entonces la muerte de la inteligencia y la academia, porque sus sagrados templos del saber caerán en manos de unos nuevos bárbaros que claman orondos ¡Viva la muerte! y que como inválidos mentales y mutilados de alma quieren ver una nación hecha a su imagen y semejanza. Que a partir de ahora Dios nos ayude, nos guíe y nos ampare

Como ucevista, hoy tengo desolado mi corazón universitario.

Y no os lamentéis ucevistas de bien que ahora lleguen las hordas bárbaras, los muros de nuestra Ciudad Universitaria no fueron derribados, los abrieron desde dentro con la esperanza de obtener compasión de los saqueadores rojos.

Los que debían defender y salvar la universidad fracasaron en su misión.

No los vencieron, se dejaron vencer.

¡Gracias por leerme!

Dantesol

jueves, 24 de junio de 2021

Bicentenerio de la Batalla de Carabobo

¿Qué pasó en la batalla de Carabobo? ¿Cómo fue la campaña que la antecedió y quienes fueron sus principales protagonistas? ¿Cuál era el contexto internacional y nacional? Y ¿Qué consecuencias dejará todo este proceso histórico?

De estas y otras cosas hablo en este vídeo didáctico y divulgativo que elaboré sobre el bicentenario de Carabobo que justamente hoy conmemoramos. Es lo más cercano a una clase virtual mía, pues lo diseñé muy parecido. Espero entonces les guste o al menos les resulte interesante. Espero sus comentarios. (Por problemas de audio e imagen durante la grabación, recomiendo empezar a ver el vídeo a partir del minuto 9:00)

¡Gracias por leerme! (y verme)

Dantesol

domingo, 23 de mayo de 2021

Publicado en el Boletín de la Academia Nacional de la Historia


Me acabo de enterar que se publicó un trabajo mío de 2018 en el "Boletín de la Academia Nacional de la Historia" en Venezuela. Es el No. 410-Abril-Junio 2020, que finalmente salió en este abril de 2021. Naturalmente estoy muy contento. 

Se trata de la ponencia que presenté en las XVIII Jornadas de Historia de la UCAB, hechas en homenaje a los 60 años del 23 de enero de 1958 y los 90 años de la Generación de 1928.


Aquí pueden ver y descargar el número correspondiente donde sale nuestro trabajo. Espero les guste. 

¡Gracias por leerme!

Dantesol

martes, 18 de mayo de 2021

Hablando sobre "héroes y villanos" en Globovisión

El canal Globovisión subió a su cuenta de YouTube el vídeo de la que fue la última vez que asistí a dicho canal, hace ya casi año y medio. 

Durante un lapso de cinco años aproximadamente asistía a ese canal, principalmente para participar en el programa "La Hora Clave" que busca analizar diversos temas de cultura general, pero a raíz de la agenda editorial de ese medio tan cercana y complaciente con la dictadura chavista, deje definitivamente de asistir y así lo expresé públicamente, tal como se lee en este tweet.

Bueno, aquí tienen el vídeo y espero que les guste. 

¡Gracias por leerme! (Y verme)

Dantesol

jueves, 11 de marzo de 2021

La Suite Venezuela

 Saludos cordiales. 

Comparto por acá el texto de un hilo de Twitter que publiqué y que quiero también difundir por este blog, aprovechando el mayor espacio que otorga para colocar algunos datos extras y links complementarios. Espero que les guste o al menos, les parezca interesante. 



Un capitulo digno de nuestra Historia cultura es la "SUITE VENEZUELA" (1980-1991), obra del productor musical Freddy León y con arreglos del maestro chileno Sergio Elguin, quienes lograron unir grandes piezas de la música venezolana para orquesta sinfónica en discos LP. 


El productor musical
Freddy León

Para hacer esta obra se unieron diversas canciones populares y folclóricas venezolanas en la modalidad de suite, una especie de mosaico armónico. Y para su interpretación participaron la National Philarmonic Orchestra of London y la Real Orquesta Filarmónica de Madrid.

La primera fue la "Suite Zuliana" (1980) se grabó en los C.B.S. Studios de Londres bajo la batuta del director Frank Barber, el mismo que participó en varios soundtracks de Hollywood, y que mostró vivo interés por esta música venezolana.


El director Frank Barber


En esta suite se incluyeron clásicos de la música popular y folklorica del Zulia tales como: "Los pregones" de Rafael Rincón González, Brisas del Zulia", "Chinita de Maracaibo" o "La Cabra Mocha". 

Aquí, la primera parte de la Suite Zuliana:

Y aquí la segunda parte:

La siguiente producción fue la "Suite Andina" (1983), también grabada en Londres con el mismo director y orquesta, y con la participación de voces corales. Se incluyeron grandes temas como los valses y bambucos "Brisas del Torbes", "Conticinio" y "Lejanía". Particularmente, ésta es mi Suite favorita.


Aquí, la primera parte: Aquí, la segunda parte: La siguiente fue la "Suite Central" (1984) igualmente grabada en Londres, con la misma orquesta y director. Aquí se incluyen valses, merengues y joropos archiconocidos como "Dama Antañona", "Barlovento" y "Alma Llanera", magistralmente unidos por los arreglos del maestro Elguin. Es también mi Suite Favorita.


Esta fue la única Suite que fue "descompuesta", es decir, no tuvo un sólo dos track donde se fundieron todas las piezas, sino que se fueron agrupando temáticamente, es decir: hubo varios tracks, para los merengues, otros para los valses y canciones y uno para los joropos, para un total de seis tracks de audio.

Aquí compartimos la lista de reproducción de dicha suite en el canal de vídeos de la National Philarmonic Orchestra of London:

Luego de una pausa de 5 años, se lanzó la "Suite Oriental" (1989) con idéntico director, orquesta y arreglista. Aquí se fundieron temas famosos como el "Polo margariteño", "Río Manzanares" y "El Carite" entre otros, y se pudo escuchar la conocida bandola tan propia de esa región.


Aquí, la primera parte: Aquí, la segunda parte:

Un año después saldría la "Suite Larense" (1990), también una de mis favoritas, y que esta vez sería interpretada con la Real Orquesta Filarmónica de Madrid, dirigida por el maestro Elguin. Se grabó en los estudios Kirios de Madrid y se fundieron bellamente temas como "Noches larenses", "Golpe tocuyano" y "Barquisimeto", ente otras.


Aquí, la primera parte:

Aquí, la segunda parte:

Y finalmente cerró el ciclo la "Suite Llanera" (1991) repitiendo el maestro Barber y la Filarmónica de Londres (en el lado A) y una participación especial de la Orquesta Filarmónica de Venezuela (lado B). Aquí se unieron clásicos como "Concierto en la llanura", "Pasillaneando", "El pajarillo" y "Caballo Viejo", entre otros.


Aquí, la parte uno, por la National Philarmonic Orchesta of London:

Aquí, la parte dos, por la Orquesta Filarmónica Nacional de Venezuel: 10 años después de finalizar este proyecto Freddy León lanzaría una especie de continuación, denominada "Suite de las Siete Estrellas" (2001) con la Orquesta Sinfónica Venezuela, donde se incluirían piezas de algunas de las regiones inexplicablemente ignoradas en la primera suite: Coro y Guayana, y que son famosas por tener grandes piezas populares como "Sombra en los médanos", "Viajera del Río", "Calipso del Callao" o "Crepúsculo coriano" entre otras. 


Aquí, la lista de reproducción del canal de vídeos de la Orquesta Sinfónica de Venzuela:

A mi parecer, esta importante obra musical nacional pasó inadvertida para el público y la crítica, y el monumental esfuerzo realizado sigue siendo desconocido para la mayoría de los venezolanos, siendo necesario rescatar del olvido esta gran contribución cultural. 



Y se olvida que grandes compositores como Chopin con sus polonesas o Tchaikovsy con su Marcha Eslava son precisamente famosos por haber elevado a la música académica ("la música clásica") mucha de la música popular y folclórica de sus países.

Chopin (1810-1849)

Tchaikovsy (1840-1893)

Por lo tanto, no es una pretensión exagerada, soberbia ni chovinista desear que lo hermoso de la música venezolana pueda ser apreciada en un día no muy lejano en todo el mundo como hoy se hace con las polonesas de Chopin o la marcha eslava de Tchaikosky. Dios quiera que sí.

¡Gracias por leerme!

Dantesol




jueves, 7 de enero de 2021

El asalto al Capitolio por los partidarios de Trump ¿Un 24 de enero de 1848 en USA?

 


Visto lo sucedido en Washignton DC se puede concluir que ninguna Democracia, ¡ninguna!, es inmune a los efectos perversos del personalismo político, la polarización y el populismo. 

Y que las conquistas de la modernidad no son intocables e irreversibles: pueden correr peligro y las sociedades, retroceder. Ayer en Los Estados Unidos, pasó algo muy similar a la Historia de Venezuela en 1848: Trump, siguiendo los pasos del caudillo José Tadeo Monagas permite que turbas afines a su causa asalten al Congreso de EEUU, tal como pasó aquí un 24 de ENERO de 1848. (Definitivamente este NO es un buen mes para los parlamentos libres) 

Y lo más trágico es que se confirmó que la tan respetada democracia estadounidense gracias a Trump, se convirtió en otra república latinoamericana. Poco a poco el mundo va conociendo -y probando- la receta envenenada del chavismo que se usó primero en Venezuela con tanto éxito: se usa la democracia para destruir con las masas las instituciones y la convivencia política, y así se envenena a la colectividad con una grave fractura social que tomará décadas sanar.

P.D. Es increíble la ceguera de los seguidores venezolanos de Trump, los llamados "MAGAzolanos", que movidos por su profundo antichavismo y anticomunismo sean incapaces de ver las graves y evidentes similitudes de la forma de actuar y proceder de Trump con Chávez. 

Un hombre como él: mujeriego, misogino, fanfarrón, estafador, que insulta a sus adversarios, que ha acusado a la prensa de ser su enemiga y a la vez es un egocentrista mediático, y que ha llegado a permitir un asalto contra una institución, es sencillamente un émulo del autócrata de Sábaneta de Barinas, sólo que de derecha.

Por lo tanto, es igual de malo. Ése hombre jamás puede ser ni representar "La defensa de los valores de occidente", a menos que la gente tenga bien distorsionada su escala de valores, claro. Y no, no caigan en la trama de "Entre la izquierda global y Trump, lo prefiero a él", porque un mal, por menor no deja de ser un mal. 

Y el mal, sea de izquierda o de derecha, se le debe combatir por igual. 

Hitler era igual de malo que Stalin, y Pinochet se equipara con Fidel Castro. Punto. Los atenuantes con alguno de ellos, son sólo excusas para esconder las preferencias del que sale a defenderlos. Por eso, aunque le agradezco mucho a Trump sus ataques contra la dictadura venezolana, (los cuales no fueron muy efectivos, por cierto) no le aplaudo ni le aplaudiré su forma de hacer política y su legado de conflictividad constante que no construye puentes entres las personas, sino que fiel a su estilo, sólo levanta muros entre la gente.

¡Gracias por leerme!

Dantesol