Tuvimos el gusto y el honor de participar en las XVIII Jornadas de Historia de la UCAB, las terceras de las cuales hemos asistido como ponentes, gracias a la generosidad de Don Tomás Straka.
En esta ocasión la primera sesión fue en el ITER (Instituto de Teología para Religiosos, la facultad de Teología de la UCAB) en su sede de Altamira.
Allí me encontré con buenos amigos, como Don Carlos Balladares y Alfredo Jurado quienes asistieron como publico, y en cuento a ponentes, tuve el gusto de tener como compañeros ese día a colegas como el buen amigo Sócrates Ramírez y profesores como David Ruiz Chataing, Ramón Piñango y Roberto Lovera-De Sola.
Mi ponencia versó sobre una análisis de los 40 años de democracia venezolana (1958-1998) como un período histórico que ya merece ser analizado y estudiado a fondo por los historiadores, y como tal me enfoqué en ver el uso y manejo de la Historia en estos años, aclarando si hubo o no una historia oficial en estos años que pretendiera manipular la interpretación del pasado en beneficio del presente. Nuestra hipótesis es que no hubo tal cosa, y como prueba tenemos el caso de la "Lucha armada" o las guerrillas de los años 60, que derrotadas en su intento de tomar el poder, fueron pacificadas y se le permitió a sus protagonistas volver a la vida política, ocupando muchos de ellos los espacios culturales, difundiendo desde allá su versión de los hechos, imponiendo un relato épico donde los alzados son los "héroes" y los que defiende la Democracia, "los represores". Esta es la versión que más se difundió sobre este período y prácticamente no tuvo respuesta o contraparte desde quienes estuvieron en el poder en esos años, demostrando que no tuvieron ni pudieron imponer una Historia acorde al sistema democrático.
En dicha jornada también me encontré a una ex alumna de bachillerato, Verónica Molina, quien avanza con éxito su carrera de antropología en la UCV y es pasante de la Academia Nacional de la Historia.
También hice un "amiguito" pues en el ITER hay un travieso gato negro, que le gustó mucho que le ofreciera comida.
Al día siguiente continuaron las jornadas en la UCAB. Y allí participaron entre otros el profesor Edgardo Mondolfi, Guillermo Guzmán y la investigadora Anitza Freitez.
Dicha jornada, permitió que también me permitió encontrarme con amigos y colegas que no veía desde hacía tiempo, como a la historiadora egresada de la ULA, Jesica Pamela Guillén.
Fueron dos días de excelente ambiente académico, pese a los duros y difíciles retos que enfrentan las universidades en estos días, pero sobre todo, el que se pudieran hacer con éxito, es una prueba de resistencia de la academia frente a la barbarie roja.
¡Gracias por leerme!
Dantesol
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