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martes, 20 de julio de 2010

La exhumación de El Libertador


El pasado 16 de Julio se produjo de manera sorpresiva el proceso de Exhumación de los restos mortales de Simón Bolívar, El Libertador.
Debido a lo extraordinario (es decir, inusual y fuera de lo común) del hecho y por ende su carácter histórico (es la primera vez que se hace de manera tan pública y mediática) creo que se hace necesario expresar por este medio nuestra opinión como historiador, ya que fueron varias las personas que pidieron nuestra opinión, entre familiares, amigos, colegas y por supuesto alumnos.
He aquí nuestra opinión, la cual presentamos es una forma clara, cruda y lo más sintética posible para no extendernos demasiado en este punto, que realizado en medio del contexto de la dura polarización política que existe en Venezuela desde 1998 no será ajena a la polémica.

  1. Todo esto se hace por complacer el capricho del Presidente Hugo Chávez, quien valiéndose de su condición de máxima autoridad de la República usa todo el poder que le da su cargo, (en un país poderosamente presidencialista y centralista) para una vez más imponer su voluntad, criterio y parecer. Ya lo había hecho antes: En 1999cuando impuso el calificativo de “bolivariana” a la República frente a una Constituyente que no lo había acordado así. O recientemente: En 2006 cuando cambió la bandera y el escudo nacional a su gusto y en 2007 cuando puso el “Bolívar fuerte” como moneda nacional o cuando puso el 4-F como fecha patria.
  2. Como él cree, “esta convencido”, que a Bolívar lo envenenaron y lo mataron sí se debe hacer, y se hace una exhumación. Para eso está el poder que él usa y goza. Pero muy seguramente si un particular anónimo o un organismo autónmo como la Academia de la Historia o una Universidad hubiesen pedido una exhumación jamás se lo hubieran permitido.
  3. Se puede llegar a pensar que esto es un trabajo genuinamente científico y que más bien contribuye a terminar con el mito bolivariano existente a lo largo de nuestra Historia. Pero el Uso de la “Ciencia” como sustituto de la “religión” no es un argumento precisamente válido para este caso, porque aquí por revisar un cuerpo no se elimina “el mito bolivariano” ni su “culto”, el cual nunca se ha centrado precisamente en la presencia física del hombre, sino el impacto de la obra que hizo ése hombre. En todo caso lo que pasa es que se reconstruye el mito y el culto, y se orientaría a nuevos niveles o escenarios y ahí la cosa es preocupante, pues ya sabemos que Páez, Guzmán Blanco, Gómez, López Contreras y Pérez Jiménez le dieron cada uno su visión (o manipulación) y como es de suponerse ahora a Bolívar se le va a dar un “nuevo” y quizás más disparatado papel de los tantos que le han dado (“Padre de la ecología nacional”) seguro ahora Bolívar será como en los años ‘60 padre del anti imperialismo norteamericano, precursor del socialismo en Venezuela, (aquí el discurso completo) pionero de la guerrilla antes que el Che y otras tantas estupideces más, porque “La Ciencia” que lo exhumo y revisó “así permiten afirmarlo”.
  4. ¿No se exhumó también a Cristobal Colón y se revisó a Napoleón, y no hubo tales escándalos como acá? Para hacer comparaciones válidas, todas las variables tienen que estar en plano de igualdad, por tanto no se puede comparar el caso de Bolívar con Colón o Napoleón, ya que con el primero son 3 ciudades las que reclaman la posesión de sus restos y es más que obvio una necesaria investigación definitoria de la autenticidad. Con Napoleón hay que recordar que al morir era un prisionero, y en ese estado de cautividad era justo y válido suponer que su muerte pudo haber sido por motivos más allá de los naturales, sobre todo por las quejas de salud que permanente expreso a los que lo visitaron y que dejó en reportes, memorias y entrevistas, habiendo pues una muy firme duda razonable. Con Bolívar (exceptuando el Dr. José "Pepe" Izquierdo en su libro: “El Cráneo del Libertador” de 1961) nadie ha dudado de la autenticidad de sus restos y sólo muy pocos cuestionan, sin mayores argumentos y documentos, las causas de su muerte, entre ellos Chávez.
  5. En los días de la Exhumación bolivariana visitaron a Venezualas varias reliquias pertenecientes al santo católico San Juan Bosco y en vano hubo voces que intentaron hacer comparaciones entre ambos caso, a pesar de lo disparato que eso es. Aquí explico por qué: De igual manera no creo sensato hacer comparaciones con las reliquias de Don Bosco (un Santo católico) con los restos de Bolívar (un prócer militar) ya que sus papeles en la sociedad y su impacto en la misma, están bien definidos y por tanto diferenciados los procedimientos de aprecio del colectivo hacia ellos. Creo que nadie en su juicio va poner al Libertador en una procesión ni mucho menos que el Ministerio de Educación exija que San Juan Bosco sea el patrón y guía de la educación publica nacional. Son dos cosas que están en dos esferas distintas.
  6. El que haya instituciones nacionales involucradas en todo es esto ya no es garantía de nada, por la misma polarización del país. Así como hay personas ubicado en puntas o extremos del espectro político, también hay instituciones, no importa su prestigio. Así el Gobierno desconfía y no cree de la credibilidad de la Academia de la Historia, de las Universidades nacionales y sus institutos de investigaciones, Bueno, el IVIC y el Idea, (que no tengo duda que sean grandes centros de excelencia en la búsqueda del conocimiento) pero por depender del Estado hacen y deshacen lo que digan las máximas autoridades que lo controlan, tal como han hecho con el BCV o con INE que a voz (o más bien regaño) de Chávez han cambiado cifras cuando no gusta ni conviene lo que están indicando. (Ni hablar del Ministerio Público y el CICPC, que todavía no ha aclarado quién mató al fiscal Danilo Anderson)
  7. Inevitablemente el uso de la figura de Bolívar llamará a la polémica porque estamos en un contexto de polarización. Ni el mismo Libertador escapa a eso, tanto que su apelativo es ya motivo de confusas y hasta incoherentes manipulaciones (lo de “Socialismo bolivariano” es quizás el mayor disparate en este caso) y su adjetivización es clara señal de una parcialidad política, pues hoy en día en el preciso contexto donde estamos, “bolivariano” no quiere decir ni admirador ni seguidor del pensamiento del Libertador sino del de Chávez, así pues por eso hay asociaciones, federaciones, uniones y cuantas agrupaciones existan que se adjetivan así y lo que apoyan es al gobierno actual, no sabiendo ni teniendo claro nada del pensamiento liberal ilustrado de Bolívar ni del nacionalismo centralista y militar que es lo único que dejo él por ser más hombre de acción que de ideología. Asimismo también es muy válido que se sospeche del mal uso de Bolívar y sus restos, porque si se ha hecho con su espada, que es llevada a mítines políticos, nadie garantiza que no se vaya a dar algún uso sospechoso de sus osamentas o incluso de su lugar de descanso.
  8. Pareciera que este evento obvia por completo el país en el cual vívimos y los graves y urgentes problemas por los que pasa. Por lo tanto hay que decir que por supuesto hay problemas más importantes que exhumar a Bolívar. Es insensato no pensar esto. Él mismo en vida se preocupó más por la suerte de sus contemporáneos que por que se le rindieran homenajes permanentes, ahora vería con horror que justamente cuando esta muerto y no necesita nada, se concentran excesiva atención y recursos a complacer caprichos y necedades del gobernante de turno. Solo aquellos que viven una vida cómoda gracias a los altos puestos que le da el Estado, protegidos con escoltas y con grandes sueldos que les permiten comprar y puntualmente lo que deseen (aquí o en el extranjero) fijan sus atenciones en caprichos y banalidades intelectuales como molestar el descanso eterno de El Libertador. A ellos que de seguro no compran en los abastos donde si lo hacen las mayorías, ni usan el abarrotado transporte público , tampoco van a los colapsados hospitales ni a los abandonados "barrio adentro", no tienen tampoco, de seguro, una prole abundante que mantener ni mucho menos deben subir largas escalinatas para llegar o salir de sus hogares como muchos venezolanos; a ellos, los burocratas revolucionarios, no parecen preocuparles pues, temas como la violenta y desbordada inseguridad personal (que para ellos es cosa de "percepción") , el inmenso costo de la vida, la falta de agua yluz eléctrica (con las protestas por supuesto generan) o el morbo descontrolado de la corrupción que permite caso vergonzosos como la comida podrida a manos de empresas y funcionarios del Estado pues no son cosas realmente importantes en su día a día: porque viven una cómoda vida llena de lujo y derroche.
  9. Ante la crítica de los sectores intelectuales independientes al gobierno, la respuesta permanente de los organismos del Estado (como El Ministerio de Cultura, El Centro Nacional de la Historia y el Archivo General de la Nación, todos por bocas de sus directores respectivos) sólo han blandido la descalificación a la opinión contraria, llenando de épitetos a aquellos que han manifestado su oposición a la exhumación. No pocos simpatizantes del chavismo continuaron con ésa tónica y llamaron al sector de la Cultura que está en la oposición como una “intelectualidad frígida y estéril”. Pero la verdad sea dicha: La “intelectualidad frígida y estéril” -que se opuso y se opone a Chávez- es la misma heredera y continuadora de la que desde 1936 le dió a Venezuela prestigio y relevancia en el mundo, en los campos del saber, las artes y las ciencias en general. Me gustaría ver a los intelectuales chavistas hacer novelas de la fama de la Doña Bárbara de Gallegos, poemas de la calidad de Montejo, Esculturas como las de Soto, ensayos comos los de Úslar Pierti y Picón Salas, historiografía como la de Manuel Caballero o Pino Iturrieta, Editoriales como al Biblioteca Ayacucho con Ramón J. Medina, investigaciones médicas como las de Convit, museos como el Macsi, red de Bibliotecas como las promovidas por Virginia Betancourt o música como la de Sojo, Antonio Lauro o la que interpreta Dudamen y la Sinfónica Simón Bolívar, obra de José Antonio Abreu, ministro para la cultura del 2º gobierno de Carlos Andrés Pérez (y todo el período)
  10. Finalmente si este hubiera sido otro tipo de gobierno, menos personalista en complacer los caprichos del que manda ahora y que designó con su dedo a los integrantes de la comisión necrofílica, sin más consultas, fuera un gobierno más incluyente al permitir que otros sectores formaran parte del evento científico (Academia de la Historia y Universidades nacionales) para asesorías y apoyos, y fuera un gobierno genuinamente venezolanista, que hubiera aprovechado a Bolívar para unirnos y no como siempre a dividir entre “buenos y malos hijos”, este suceso hubiera tenido para toda la nación la trascendencia que se hubiera merecido, más allá del lodazal de las agrias polémicas que ya estamos acostumbras a ver desde hace 11 años.


Muchas Gracias por leerme...

Dantesol

2 comentarios:

Juanchia dijo...

Daniel:
Me he tomado la libertad de incluir un link de tu nota en mi blog, ya que ha parecido muy adecuada al tema que he tratado. Si de alguna manera te parece inadecuada la relación, por favor házmelo saber. A mi me pareció excelente el detalle de lo analizado sobre todo porque no está exento de pasión en la parte del relato que tiene que ver con la crítica a lo realizado en esta oportunidad. Un gran saludo y te invito a leer mi blog:
http://www.juan-chia.blogspot.com.ar/2013/03/el-simulacro.html
Gracias
Juan

Sol Astrid Giraldo E. dijo...

Excelente texto que bien merecería una continuación con el análisis del nuevo episodio de manipulación de cuerpos, o sea el de "Chávez momificado" y con pretensiones de ser ubicado al lado de Bolívar.
De otro lado, sí creo que las reliquias católicas y las políticas están íntimamente relacionadas...