Hoy se cumplen los primeros 60 años de la muerte de Carlos Delgado Chalbaud, presidente de la Junta Militar de Gobierno que derrocó a Rómulo Gallegos en 1948 -quién a su vez fue el primer presidente elegido por voto directo en Venezuela- y que se constituye en el primer y único magnicidio del siglo XX nacional.
Su caso impactó notablemente a un país que se venía recuperando de las agitaciones políticas del trienio 1945-48 y que tras dos años de dictadura (1948-1950) se estaba habituando a la tranquilidad marcial que daba un régimen controlado por las Fuerzas Armadas ("la paz del miedo"). Precisamente en un país tan vigilado y supervisado, como es lo normal en cualquier dictadura, sorprendía que el Presidente de la República fuera muerto de manera tan atroz, cuando se suponía que el primer mandatario debía ser la persona más protegida del país. La inusual -y rápida- muerte de la más alta autoridad nacional inmediatamente despertó (muchísimas) conjeturas.
El crimen de Delgado Chalbaud, como casi todos los crímenes relacionados con el Poder, quedan siempre envueltos en un ambiete de misterio que nunca resuelve realmente lo qué pasó. Nunca es posible precisar con exactitud la mano homicida que está detras del crimen, aún cuando aparezca el ejecutor del hecho, que en el caso de Delgado (de nombre Rafael Simón Urbina) estuvo vivo apenas unas horas despues de realizar su fechoría y murió luego en circunstancias tan extrañas como las del presidente ultimado.
La muerte de Urbina, no deja de tener una extraña silmilitud con la de Lee Harvey Oswald, quién a las horas del magnicidio de JF Kennedy, se llevó a la tumba los motivos de su acción y los nombres de los posibles autores intelectueles del hecho.
Lo único que permite brindar "ciertas luces" dentro del mar de conjeturas que dejan estos asesinatos es verificar a quién o a quienes benefician realmente de los magnicidios o crímenes políticos. En el caso venezolano, la muerte de Delgado apunta a Marcos Pérez Jiménez, (a la izquerda en la foto, junto a Delgado) quién sin rivales de peso en el camino, aumenta su poder y finalmente se hace presidente en 1952. ¿Quiere decir que esto lo hace responsable? No lo sabemos ni tampoco con su nombre podemos dar por segura la respuesta a la pregunta de quién estaba detrás del crimen, pues no necesariamente quién se beneficia es el que planifica o realiza el homicidio. En el caso de Kennedy, su muerte benefició inmediatamente a su vicepresidente, el texano Lyndon B. Johnson, pero los hechos de su presidencia muestran un gobernante demasiado gris, que no le sacó provecho a los "beneficios" recibidos para la gran ambición de poder que supuestamente tenía y que le llevó a matar (o conspirar para matar) a Kennedy, haciendo una presidencia precaria y de escasa recordación para los norteamericanos. Igual se puede pensar del caso venezolano: pese a las grandes obras públicas que construyó, el de Pérez Jiménez fue un gobierno bastante grisaceo, pues sin ésas construcciones no hay mucho que recordar de él, y despúes de derrocado (1958) a los diez años, con gran apoyo popular tuvo la oportunidad de competir por regresar a la presidencia por la vía electoral, y no lo hizo: prefirió retirase, ya que la lucha por alcanzar el poder le producía evidente abulia. No parece la conducta de un hombre "excesivamente ambicioso". Entonces, las posibles "luces" siguen siendo entonces sólo para hacer cuando mucho hipótesis, pero nada concreto y definitivo.
Crímenes en el poder político de la Venezuela Repúblicana
Al de Delgado, le antecede cronológicamente el asesinato en 1923 de "Juancho" (Juan Crisóstomo) Gómez, (en la foto de la izquierda) máxima autoridad en Caracas y hermano mayor del temible dictador Juan Vicente Gómez, y quien fue asesinado de varias puñaladas en pleno Palacio de Miraflores, ejerciendo el puesto de 1º Vicepresidente de la República y de Gobernador del Distrito Federal. En un país con un gobierno verdaderamente brutal, represivo y tiránico como el de Gómez y sumergido en el miedo al poder, este crimen no podía concebirse ni asimilarse con facilidad. Dificilmente un opositor hubiera podido llegar tan lejos con tanta facilidad, lo que inmediatamente hizo sospechar que este crimen de alto gobierno, tenía en esa misma esfera a su principal responsable. Nunca se supo ni se pudo probar nada, pero siempre se afirmo que este fue un "crimen dinástico" pues al parecer familiares de Juancho lo eliminaron para facilitar el asecenso de otro Gómez al poder: José Vicente o "Vicentico", (a la derecha en la foto, con su esposa) el hijo mejor del dictador y precisamente 2º vicepresidente de la República ¿Cierto o falso? Quizás nunca lo sabremos. Lo único cierto fue que al final Gómez eliminaría el cargo de vicepresidente de la Constitución y terminaría expulsando del país a Vicentico y su esposa en 1929.
Antes de este crimen está el de Joaquín Crespo, (su foto a la izquierda) ex presidente de la República (primero en 1884-86 y lugo en 1892-98) quién muere en batalla, en el Mata Carmelera (Edo. Cojedes) en 1898 por obra de un francotirador aparentemente de las fuerzas contrarias. Crespo había salido a combatir el levantamiento de José Manuel "EL Mocho" Hernández, (su foto a la derecha) quien se había alzado en la "Revolución de Queipa" contra el gobierno de Ignacio Andrade, el protegido de Crespo, alegando que le había hecho un fraude electoral, cosa bastante probable en un país caudillista y sin ninguna tradicional democrática en elecciones. La fácil e insólita muerte de Crespo hizo de inmediato suponer o sospechar una conspiración dentro de sus propios oficiales, pero nunca nada se pudo comprobar y mucho menos saber. Horas antes de la batalla había tenido un fuerte altercado con su oficiales en la Junta de guerra previa al combate, pues impuso su punto de vista sobre el de los otros militares, y más de uno de estos salió sumamente molesto con la terquedad del caudillo llanero que se creía infalible e invencible. La extraño traslado de su cuerpo a Acarigua -y no a San Carlos que estaba más cerca- para hacer la autopsia, tardanza para llevar su cádaver a Caracas y la misteriosa desaparición de unas llaves y unos baúles en su residencia que contenían dinero y sobre todo muchos documentos para hacer sus memorias, son motivos para alimentar la tesis de conspiración, que muchos sostuvieron hasta casi un siglo, pues en 1997 se volvió a hacer una autopsia a Crespo en su supulcro final, en el Cemeneterio General del Sur de Caracas.
Todavía más atrás tenemos el caso de Ezequiel Zamora, (a la izquierda) quién a pesar de no tener la dignidad presidencial ni gozar de ningún alto cargo si era una gran figura dentro de un movimiento revolucionario, era pues el alma de la Federación y si esta triunfaba, seguro tendría un puesto de trascendencia. Así pues, en pleno sitio de la ciudad de San Carlos, en 1860, una aparente bala perdida se lo llevó de este mundo, cambiando el curso de la Guerra federal y también de toda la Historia venezolana del siglo XIX. Como ocurriría con Crespo lo certero del disparo así como lo inusual del hecho: que alcanzara a un alto jefe militar, apuntaron inmediatamente a una conjura, un complot dentro de sus compañeros, sobre todo porque el que más se benefició de la desaparición de Zamora, sería Antonio Guzmán Blanco, (a la derecha, en la foto) personaje relevante del siglo XIX venezolano, quien sí sería presidente y ciertos rumores siempre señalan insistencia, vista su enomre y desaforada ambición de poder, que fue él el responsable directo -y material- del asesinato de Zamora. Como en los anteriores casos, sólo quedan conjeturas ante la imposibilidad de saber la verdad.
¿Sólo "cosas del pasado"?
Podemos pensar que todas estas son cosas de la Historia, "cosas del pasado", pero no hace falta viajar 60, 80 o más de 100 años para ver cuan verdad es la constante de los crímenes relacionados con el poder: pues justamente en este mes de noviembre se produciría otro crimen y sigue sin resolver, tan igual como los anteriormente descritos: el del fiscal Danilo Anderson en 2004.
¿Se logró resolver este crimen? Aún cuando la ciencia forence está en el siglo XXI y ya alcanzó los más altos niveles de sofisticación y excelenecia para este caso la respuesta quedó exactamente igual como todo lo que hemos venido reseñando: conjeturas, suposiciones, rumores e hipótesis lo que una vez más nos demuestra que la Historia siempre está con y sobre nosotros.
¡¡¡Muchas gracias por leerme!!!
Dantesol
http://www.codigovenezuela.com/2010/11/60-anos-del-asesinato-de-delgado-chalbaud/
http://www.el-universal.com/2005/11/18/ccs_art_18402H.shtml
http://www.aporrea.org/actualidad/a60627.html
2 comentarios:
Es una grata sopresa conseguirme con este blog. Sin duda, la historia es la base de todo presente y futuro, y como diría el buen Orwell, "quien controla el presente controla el pssado, y quien controla el pasado controla el futuro".
Adelante y felicidades.
Muchísimas gracias por su comentario. Me alegra conseguir gente que aprecie la importancia capital de la Historia en todos nosotros. Y Seguiremos intentando seguir adelante.
Publicar un comentario