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miércoles, 12 de marzo de 2014

"La Salida": Estamos repitiendo la historia ciegamente


He aquí mi posición ante la llamada "La Salida":


Sin ser un devoto del marxismo -que como saben no lo soy- creo sin embargo que Marx sí tenía razón cuando decía aquello de que “la historia se repite primero como tragedia y luego en forma de farsa”. Pues es cierto: Y no me voy a tiempos lejanos y siempre mencionados como la Independencia. No, me refiero a tiempos relativamente más cercanos: con sólo 50 años de diferencia, pero con los papeles invertidos la oposición democrática venezolana está cayendo en el triste papel que incurrió la izquierda radical venezolana entre 1958-1961. Al conversar con mis jóvenes alumnos de la Escuela de Economía en la UCV lo ratifiqué.



Lo acontecido en Ucrania, y quizás en el mundo árabe con sus primaveras es visto como un espejismo, como un “camino posible” que ciega a los opositores venezolanos de hoy en día como cegó en su momento el triunfo de la revolución cubana a los izquierdistas de nuestra tierra. El “Ahora o nunca” nos invade y nos lleva a desear una solución que es más producto de la desesperación que las famosas condiciones objetivas y subjetivas. Sigo pensando que una oportunidad buena para eso la hubo el 14 de abril de 2013, pero esa oportunidad ya pasó. Ahora no es el punto discutir eso, sino centrarnos en la crisis de 2014, que aún con la escasez y la inseguridad, asfixiantes y omnipresentes, no da elementos lo suficientemente poderosos para movilizar al país opositor a una lucha que de resultados concretos. Continuar protestando con guarimbas, cacerolazos frenéticos en las madrugadas, barricadas, guayas y trancazos no va a modificar sustancialmente el cuadro político existente, sino que aumentara la represión, multiplicará los presos, torturados y desaparecidos y especialmente hará que los que han fallecidos, hayan muerto en vano. (Ni hablar que aumentará el exilio y la diáspora de venezolanos hartos y deprimidos, que no ven futuro acá) 



Continuar protestando de forma anárquica y espontanea como hasta ahora es una insensatez que nos puede llevara una derrota estratégica tan catastrófica como las vividas en el trienio 2002-2005:perdimos las FAN, PDVSA, 21 gobernaciones y toda la Asamblea Nacional, además que quedamos rayados a nivel internacional como una simple “oposición golpista”reaccionaria, racista, clasista y financiada por los EEUU contra un inocente presidente progresista. Costó trabajo recuperarse de ese golpe que nos dimos nosotros mismos y ahora llegamos a una encrucijada donde una vez más el camino fácil nos la pone realmente difícil…



Sé que las situaciones, los procesos y personajes no fueron exactamente los mismos. Nunca pueden ser idénticos. Pero a mi me llaman la atención los parecidos que señalan paralelismos históricos: En 1958, la izquierda radical era la primera fuerza política en la zona metropolitana de Caracas, tenía una importante mayoría sindical la estratégica área petrolera y de la construcción,y además una presencia decisiva en las Universidades y Liceos, sin embargo entre el ‘59 y el ´61 tiraron todo por la borda para irse a las montaña a hacer guerrillas, irse a la Habana a recibir dinero, armas e instrucciones y sobretodo: perder los espacios que tanto les había costado tener y ganar desde los años ‘30 y ’40. En efecto, por la ilusión de la lucha armada, por querer derrocar de manera fácil a los gobiernos de AD-Copei, entre 1962 y 1963 hicieron sus mejores intentos con alzamientos militares, conspiraciones, frentes guerrilleros, secuestros de personalidades, desvío de barcos y aviones, asaltos a bancos, tomas de pueblos y en todo fracasaron. Todo lo intentaron por la vía de las armas y los derrotaron: Perdieron no sólo vidas humanas (muchas juveniles) sino que quedaron reducidos a un insignificante grupo político sin poder ni influencia, reducidos a pequeños sindicados, las universidades públicas y ciertos liceos.


Tuvieron una derrota estratégica del cual tardarían al menos 30 años de recuperarse: Apenas en 1993 con el “chiripero”de Caldera y el ascenso de la Causa R, entendieron que la vía era la electoral,dentro de las reglas del sistema, aún cuando éste estuviera diseñado teóricamente en contra de ellos. En 1998 ocurriría el milagro: por medio del voto vencieron al mismo sistema y llevaron a Miraflores al mismo militar que fracasó intentando en el ’92 conquistar el poder por medio del tradicional golpe de Estado.


No es que diga que Chávez haya sido como Betancourt, pero como a éste (entre 1959-64) a aquél no lo derrocaron sus enemigos desde 2003 hasta el 2013 que se murió. Y posiblemente tampoco Maduro sea como Leoni, a pesar que ambos personajes tienen un pésimo desempeño ante los medios de comunicación y dicen constantemente frases llenas de disparates. Algo más sombrío podría decirse de ambas presidencias: la represión fue en aumento y el gobierno no ahorró mecanismos para dejar claro que no iban a permitir que los sacaran del poder. Los desaparecidos y torturados hicieron su aparición en el segundo gobierno de la era AD-Copei, tal como estamos viendo en el segundo gobierno de la era MVR-PSUV.

¿Qué es lo que vemos entonces?

Me parece demasiado claro que jugarse la vía de la violencia es perder todo lo que hemos hecho, todo lo que nos ha costado por una especie de apuesta insensata y desesperada, del cual nos vamos a lamentar amargamente como el 12 de abril de 2002, el paro petrolero de 2002-2003, las guarimbas de 2004, la abstención y el retiro de las parlamentarias del 2005. Cada vez que hemos intentado vías rápidas y soluciones mágicas, terminamos retrocediendo muchísimo. Es una enseñanza clara de la Historia.


Continuar estas barricadas, paradójicamente es facilitarles la imposición del comunismo, es prepararle el camino al chavismo-madurismo-diosdadismo a establecer una dictadura a su gusto, porque finalmente “les dimos la excusa” el argumento perfecto de la lucha contra el fascismo opositor, que ellos tenían que “proteger a Venezuela” de la agresión de una minoría enloquecida y apoyada por los EE.UU. Su discurso barato y mentiroso siempre se ha alimentado de nuestros errores. Es otra enseñanza clara de la Historia.


Es muy irónico que hoy los defensores de la paz, la constitución y el Estado de derecho sean los mismos (o sus herederos) que antes apelaron descaradamente a la violencia política,recibieron armas de Cuba y pusieron bombas por doquier, despreciando hasta cansarse de la Constitución de 1961, que fue la que finalmente les permitió llegar al poder. Pero no es menos irónico y sí muy triste, que los mismos (o sus herederos) que lucharon por establecer un régimen de convivencia pacífica por medio de elecciones, que aprendieron a convivir bajo el clima de la legalidad emanada de la Constitución del ’61 y construyeron una institucionalidad democrática como no se vio en nuestra Historia y en Sudamérica, sean ahora los que se desesperan y estén quemando cauchos, basura, trancando calles y poniendo guayas mientras esperan que un “profeta”-charlatán (cuando no militares) nos diga qué el gobierno de Maduro está a punto de caer.

¿Qué pasó con los 40 años de aprendizaje y pedagogía democrática? No puede ser que hoy no nos interese la Constitución actual, sólo porque el camino se hace largo y complejo. Las luchas por la Democracia no son siempre fáciles ni rápidas.

Seamos mejor que ellos, los que hoy están en el poder…

La Historia ha demostrado justamente que la legalidad es la que mata al chavismo, que el acceder a la vía pacífica e institucional es la mejor forma de darle batalla y vencerles, pues es allí donde ellos no son justamente fuertes. Ellos nunca creyeron en elecciones y al triunfar en ese camino desde 1998, finalmente le dieron la importancia que merecían, pero para imponer su proyecto sobre la sociedad,usando el voto como un arma, como un ariete para destrozar todo lo que se le atravesara. (“referéndum para todo”) Y siempre contaron para obtener el éxito,con la amenaza, el chantaje, el miedo y sobre todo el desanimo de sus contrarios. Por eso es que ellos esperan con ansías una batalla campal que sea de paso, la definitiva, ya que ese siempre ha sido su campo: el de la violencia física y armada. Y a las mejores pruebas me remito: Mas le dolió al chavismo la derrota electoral de la reforma constitucional del 2 de diciembre de 2007 que el golpe de estado que le propinaron los militares, la CTV, Fedecámaras y la TV privada el 11 de abril de 2002.


Pues no se les puede dar el gusto: Hay que rescatar el voto y la vía electoral como arma cívica para vencer la tiranía y la opresión, siempre que exista la ocasión y la oportunidad, porque es un espacio que aún nos queda y usarlo masivamente puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.

Ellos son realmente los novatos en el campo electoral, los que nos acostumbramos (y nos entrenamos) durante 40 años no podemos mostrarnos sorprendidos ni fatigados por tanta elección desde 1998. No podemos huirle a esa batalla, especialmente PORQUE FUE UNA LARGA CONQUISTA HISTÓRICA VENEZOLANA EN EL SIGLO XX.


Justamente el lema que está de moda se aplica perfectamente a la realidad del opositor que está peleando desde 1998: “El que se cansa, pierde”. Y si se abandona el civismo, la paz y el arma del voto, se le está entregando en bandeja de oro, no de plata, el país, nuestro pueblo y hasta nuestra Historia al chavismo-madurismo-diosdadismo.

La paciencia es una gran virtud que viene de lo más Alto y ofrece innumerables recompensas a quien la ejerce. Bien lo sabía el profeta Isaías cuando lo dijo a los desesperados judíos de la decadencia y el cautiverio: "En la quietud y la confianza está vuestro poder. (...) ¡cuán bienaventurados son todos los que en El esperan!" (Isaías, Cap. 30 vers. 15-18)

¡¡¡Gracias por leerme!!!

Dantesol


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