A lo largo de todas las épocas históricas han existido enfermedades endémicas y plagas que han acompañado al hombre en su peregrinar en la tierra. Males que por la exposición a elementos nocivos o excesos mismos de la condición humana, han mermado la salud física y la calidad de vida de miles de personas.
Siglos atrás fue la lepra, luego el cólera, después la peste bubónica (la famosa "peste negra" o "muerte negra"), luego la tuberculosis, el tifus e incluso la gripe de 1918 o gripe española, algunos de los males que azotaron a la humanidad, sin atender a razas, fronteras políticas, condición social o factores como sexo y edad.
Hoy se cumplen 30 años del descubrimiento científico de la más famosa en las enfermedades del mundo contemporáneo: El Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida, SIDA, también llamado VIH: Virus de Inmunodeficiencia Humana, grave enfermedad que ataca precisamente nuestro sistema de defensas naturales y nos deja vulnerable a cualquier microorganismo interno o externo y nos lleva irreductiblemente a la muerte.
Algunas de las enfermedades mencionadas anteriormente están hoy superadas, otras desaparecieron y otras se pueden controlar gracias a mediadas de prevención y a los avances mismos de la ciencia. Pero ¿qué ocurre cuando la enfermedad no tiene cura? Y más cuando su número crece preocupantemente.
He allí la fama y la angustia mundial sobre el SIDA: es una enfermedad que bien se puede catalogar como un mal relacionado con las conductas excesivas, porque se le vinculó en sus orígenes tanto al desenfreno del sexo como a las drogas, actividades que alcanzaron su clímax de liberación total en las décadas del ’60 y ’70 del siglo XX, justamente los tiempos inmediatamente anteriores al descubrimiento científico de la enfermedad.
Así como la obesidad juega un papel clave en males como la diabetes o la hipertensión, cierto estilo de vida desatado en la sexualidad o el consumo sin control de estupefacientes marcó la grave proliferación del SIDA, tanto en el mundo Occidental como en la misma África.
Antes del SIDA, las enfermedades vinculas a los excesos sexuales, las llamadas enfermedades venéreas, (por Venus, diosa romana del amor) tenían en la Sífilis y la Gonorrea sus principales representantes, y una vida de desenfreno inevitablemente llevaba a cualquier persona a sufrir de uno de ésos males. Muchos poetas y bohemios, pero también soldados y obreros cayeron víctimas, al sucumbir sin protección a una entrega pasional quizás de una noche para “encontrar consuelo o diversión”. Pero gracias al descubrimiento de la penicilina a mediados del siglo XX, las “enfermedades del pecado” encontraron aparente solución, y quizás con esta ayuda de la ciencia, más el descubrimiento de las píldoras anticonceptivas, una era de desenfreno en el campo de la sexualidad iba a llegar como revolución en los años ’60.
Y así fue, la era de la liberación sexual, donde aparentemente ninguna enfermedad podría castigar al practicante (que además no tendría el riesgo de embarazos no deseados) pudo hacer que una gran parte de la humanidad se destara de limitación para que pudiera experimentar, no sólo en lo sexual sino en el consumo de drogas como la heroína, la cual implicaba la inyección intravenosa de tal producto. Durante casi 20 años, para este fue el estilo de vida de ciertos sectores de la juventud del mundo que no querían conocer ataduras y querrían por lo tanto experimentar la expansión de sus sentidos.
Sin embargo el costo de tales excesos se cobró a finales de los ’70 y más concretamente a principios de los años ’80 del siglo XX: La era del SIDA empezaría oficialmente el 5 de junio de 1981, cuando el CDC de Estados Unidos (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades) convocó una conferencia de prensa donde describió cinco casos de neumonía en Los Ángeles, que resultarían vinculados con ésa enfermedad mortal. A partir de allí cada vez más se harían públicos más y más casos de personas afectadas por el mismo mal, mediáticamente comenzaría una especie de epidemia, que haría estragos en la juventud desinhibida y en amplios sectores de mundo de la cultura: cine, danza, moda, estilismo, gastronomía, etc.
Actores de cine como Rock Hudson o músicos como Freddy Mercury son tan sólo dos de las más famosas víctimas de este mal, figuras talentosas pero que por sus oficios llevaron una vida de excesos y que indudablemente ello pudo haber influido para haber obtenido la enfermedad.
La gran consecuencia y enseñanza que nos deja este mal hasta ahora sin cura, es a parte de la lamentable cifra de millones de personas contagiadas con la enfermedad (de ellas, un numero considerable de niños, hijos de madres con el mal) es el énfasis que debe tomar la humanidad para la protección en el campo de la vida sexual, limitando los exceso de tiempos pasado y también combatiendo el uso de drogas peligrosas, que por ser vistas y percibidas equivocadamente como “experiencias intensas” contribuyeron decisivamente a expandir tan grave enfermedad. Hoy después del duro impacto que ha cobrado miles de muertos, creo que la humanidad ha empezado a tomar conciencia de la importancia y el impacto de la plaga de éste tiempo.
Y un mundo sano y seguro, pasa por mucho más que usar simplemente el preservativo o condón, pasa por que los seres humanos tomen conciencia de su fragilidad y finitud en el mundo mismo, y que por lo tanto deben extremar las medidas para vivir con dignidad, sin poner en peligro su existencia ni la de otras personas con otros excesos innecesarios, procurando entonces disfrutar de una vida plena, que está hecha precisamente para eso: para que la gocemos y no suframos inútilmente con plagas y epidemias como es hoy el SIDA.
¡¡¡Gracias por leerme!!!
Dantesol
(Las imágenes de los libros reproducidas aquí pertenecen a:
"Crónica de la Humanidad", Barcelona-España, Plaza y Janés editores, 1987."Crónica del Siglo XX", Barcelona-España, Plaza y Janés editores, 1999.
"El legado del siglo XX", Madrid, Espasa-Calpe, 2001)
Para saber más:
Vínculos webs
http://www.noticias24.com/gente/noticia/35078/hace-30-anos-aparecio-el-sida-enfermedad-incurable-que-transformo-el-mundo/
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/specials/2003/convivir_con_el_sida/newsid_3244000/3244940.stm
1 comentario:
Me parece que la indisciplina nos puede llevar al error más grave y más antiguo del ser humano..la desmesura..y creo que una de las fatales consecuencias..en la mayoría de los casos..es el VIH..
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